Primer partido de liga del Pizzería celebrado en el pésimo campo de Casablanca en una tarde ideal para jugar a lo que sea, y que terminó con el resultado de empate a dos, que aunque es un buen resultado para empezar contra un equipo muy completo, creo que nos dejó con el regustillo de no ganar un partido que estuvo a nuestro alcance, pero no hay que desmerecer los méritos del contrario.
El primer tiempo se desarrollo con un dominio alterno, en el que el primer golpe lo dio el Goleta, adelantándose en el marcador en un desajuste de la defensa pizzera. Pero cuando parecía que la situación se complicaba, los pizzeros reaccionaron contundentemente y se adelantaron con sendos goles de Miguel con un gran disparo al borde del área, y con otro de Javier que remachó en el segundo palo un centro-chut de Fidel.
En el segundo tiempo fue el Goleta el que llevó el manejo del partido, pero la defensa del Pizzería no dejó moverse al contrario, que se estrellaba continuamente con la barrera defensiva, limitándose a centros al área sin demasiado peligro. Tuvimos la oportunidad de rematar el resultado con un 3-1 en un contragolpe de Alfredo, que se quedó en un mano a mano que no acertó a resolver. En cambio el Goleta aprovechó para empatar de falta al borde del área, en una buena ejecución de su jugador Paco. De ahí al final del partido mas de lo mismo, y fue otra vez Alfredo el que desaprovechó otra ocasión manifiesta de gol, al no controlar bien el balón cuando enfilaba la portería. A pesar de todo Alfredo hizo un gran trabajo de desgaste de la defensa del Goleta, reteniendo para su control a varios jugadores rivales.
Creo que hemos jugado un partido muy bueno, en el que solo nos faltó algo de puntería, teniendo en cuenta que nos faltaron los dos delanteros habituales del equipo, Santi y Samir, pero los que los sustituyeron Fidel, Miguel y en la segunda parte Alfredo hicieron una buena labor. La defensa estuvo genial, en la que gracias a que vino Nino, Eustaquio jugó de central , realizando un magnífico partido como el resto de compañeros.
La clave vino desde el vestuario, en el que el mister Sergio dirigió unas palabras al grupo, como reacción al desastroso partido de la final de consolación de la copa, dejando claras varias ideas fundamentales en el manejo de un colectivo, que no puede desmoronarse en críticas internas por excesivas exigencias. Cuando el equipo juega unido sin discusiones improcedentes, se nota el resultado dentro del terreno de juego, en el que ningún jugador debe sentirse superior a su compañero, aunque sus capacidades lo hagan evidente. Un partido no lo gana uno, dos o tres jugadores de alto nivel, sino la fuerza conjunta de todo el equipo.
Un abrazo y hasta el sábado Dios mediante.
Paco.
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