Pizzería Guayarmina 7
Gofio La Piña 3
Triunfo del Guaya que le viene bien para levantar los ánimos después de dos derrotas. Comenzó muy bien el equipo de José Antonio con veinte minutos plenos de efectividad. A los diez minutos consiguió su primer gol y a la media hora ya había metido cinco. Fueron minutos en que todo salía y el nivel de efectividad era casi perfecto. Salidas rápidas, que cogía a la defensa rival adelantada, y uno tras otro llegaban los goles. En medio de tanto gol de los “pizzeros” llegó el gol visitante con un buen remate de cabeza de uno de sus delanteros. Después del quinto gol el Guaya se relajó, sobre todo cuando no tenía el balón, y el rival empezó a controlar el juego. Cuando finalizaba la primera mitad consiguió el segundo tanto el equipo de Teror.
Comenzó la segunda parte y sobre los diez minutos vuelve a recortar distancias el equipo rival. Con este tercer gol el partido cambió y el Pizzería no lograba llevar el control del partido. Los de Teror tuvieron dos claras opciones de meterse con un cinco a cuatro que hubiera hecho justicia dado que eran ellos los que controlaban a un desdibujado rival. Pero a falta de diez minutos fue el Guaya el que encontró portería. Con ese gol, los de Teror se vinieron abajo. Minutos más tarde llegó el séptimo y último gol.
Israel con cuatro tantos y Oliver con tres, fueron los goleadores.
Triunfo merecido del Guaya, pero con “lagunas” en su juego. Hubo fases del partido que la intensidad defensiva bajó bastante y esto hizo que el rival nos pusiera en apuros. Debe servirnos de experiencia. Independientemente del resultado, no hay que dejar de defender porque esto nos puede llevar a perder puntos en próximos compromisos.
El sábado nos vemos en Casablanca.
La frase de la semana nos la trae Steve Jobs, fundador de Apple
“Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a un empresario de éxito con un que no lo tiene, es pura perseverancia”.
El chiste:
Después de que nació el bebé, el padre, afligido, fue a hablar con el obstetra.
-Señor doctor, estoy muy preocupado porque mi hija nació con el cabello rojo. No puede ser mía.
-Qué disparate, dijo el médico. Aunque usted y su mujer tengan cabello negro, pueden tener cabello rojo en los genes de sus familias.
-No es posible insistió el padre. Ambas familias han tenido cabello negro desde hace muchas generaciones.
-Bien, dice el médico, tengo que preguntar.... ¿Con qué frecuencia usted y su mujer practican el sexo?
El hombre, avergonzado, respondió: -Este año he andado cansado de tanto trabajar. Sólo hicimos el amor una o dos veces en los últimos meses".
"Entonces... ¡ahí está!" dice el médico confiado. ¡¡¡ES ÓXIDO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario